Teresa Vence Permui, una vecina de 57 años de la parroquia fenesa de Limodre, inició ayer un encierro en el Ayuntamiento de Fene para exigir que una decena de viviendas de la zona de Río Castro sean conectadas a la red general de suministro de agua. Teresa se presentó en el Concello cerca de las siete de la tarde, cuando comenzó la sesión plenaria y se instaló en el recibidor con un saco de dormir, medicinas y agua. Se niega a abandonarlo hasta que se resuelva su reivindicación... Y es que el tema tiene tela, un pequeño ayuntamiento como este, que dista mucho de tener hechos sus deberes en cuanto a los servicios (perfectamente detallados en la legislación existente) que debe prestar en función de los habitantes censados y sin embargo está situado a la cabeza entre los que más legislación rebuscada, retorcida, sujeta a numerosas interpretaciones y carente de lógica nos aplica a los contribuyentes. El día menos pensado tendremos que acompañar una muestra de heces con cada solicitud y si ésta no huele a Channel nº5 no será atendida. Señores y señoras de la casa blanca, que nuestra mierda (y perdón por la expresión) unos días huele mal y otros peor, pero no es más agradable la de ustedes.
Siento vergüenza de que haya que llegar a estos extremos para que atiendan demandas tan básicas como esta, pero es que estos señores parece que no tienen claro cual es la misión de un Ayuntamiento (tan bien descrita en el Manual del buen Alcalde que nació de un convenio entre la Diputación de Valladolid y Universidad de Salamanca y que debería ser lectura obligada para cada persona que herede el trono); dar respuesta rápida a las solicitudes de los vecinos, todo lo que venga a mayores bienvenido será, pero sin lo primero no hay buen gobierno.
Resumiendo... que ojalá yo fuera como tú, Teresa