El cuento de los presupuestos participativos.

Había una vez unos gobernantes de un Concello que querían hacer una democracia popular total, en la cual los propios vecinos serían los encargados de decidir en que obras se gastarían los dineros del Consistorio.
Transcurría el año 2008, y estos gobernantes decidieron hacer un experimento en dos parroquias del municipio, para que con 120.000 € cada parroquia, con cargo al presupuesto del 2009, los vecinos eligieran las obras que quisieran. Luego de este experimento, los presupuestos participativos serían llevados a todas las demás parroquias del Concello.
Fue entonces cuando se puso en marcha toda la maquinaria, y durante varios meses al final del 2008, los vecinos de estas parroquias debatieron y debatieron hasta encontrar las obras adecuadas para su vecindario, eso si, bajo la dirección y supervisión de una empresa, o una facultad, o no sé lo que era, que se llevo unos cuantos miles de euros.
Llegado el 2010, aún no se sabe como acabó el cuento, puesto que esos famosos presuestos participativos, en los que iban a participar todos los vecinos del Concello en el 2009, no se llevaron a cabo, y aquellos 40 millones de pts. que los vecinos de dos parroquias decidieron en que gastar, quedaron difuminados en el medio de una espesa niebla.
¿Acabará este cuento, o el frio y la nieve de estas jornadas acabaron congelando este fabuloso proyecto y sus 40 millones de ptas.?

¡Y los pasos de peatones de Figueroa siguen sin pintar!
¡Viva la seguridad vial!